Igualmente, su uso permite tener agua caliente sanitaria durante todo el año. Por tanto, en función de si queremos obtener refrigeración o calefacción, utiliza el calor de la tierra mediante varios paneles enterrados en el subsuelo, por donde circula una solución de agua con glicol.
Por tanto, funciona mediante un intercambio de calor con las capas subterráneas. Aunque en España a nivel general no es algo que todavía esté tan asentado, podemos ver que en otras ciudades ya se han planteado iniciativas innovadoras a la par que eficientes.
Uno de los casos más grandes de nuestro país sería la estación de Pacifico del Metro de Madrid, la primera red de metro capaz de generar su propia energía para climatizar sus instalaciones mediante un sistema de energía geotérmica. Con ello, dicha instalación sería capaz de ahorrar hasta un 75 % de energía, así como reduciría las emisiones de CO2 en un 50 %.